El papel de reestructurador, un punto clave para el tejido industrial
Un proyecto de Ley Concursal que quiere dar respuesta a la normativa directiva comunitaria sobre la materia.
Afecta a la estructura económica, los concursos de acreedores aumentaron un 34% del ejercicio 2020. Como consecuencia de la crisis económica posterior a la pandemia, se ha previsto un aumento de empresas que acudirán a los juzgados para solicitar ayuda a sus dificultades financieras.
La consecuencia ha sido una situación grave en el sector industrial donde un 95% de los procesos concursales presentaban una liquidación de empresa, con dispersión y pérdida de activos productivos, junto con el empleo relacionado a la actividad impartida.
Desarrollo del tejido industrial
El desarrollo de una empresa industrial requiere de dos puntos clave. Un importe significativo de inversiones y una articulación de equipos humanos para la producción y mantenimiento de la fabricación de productos.
En nuestra sociedad económica, el tejido industrial tiene una importancia capital esencial, dado que se considera como un factor multiplicador de los servicios y empleos. Además de una buena cualificación enfrente otros sectores económicos.
Así pues, la Reforma Concursal es un objetivo para salvar el tejido empresarial. La Directiva Europea sobre Reestructuración e Insolvencia, quiere garantizar que las empresas y empresarios que puedan tener dificultades financieras, tengan forma de acogerse a marcos nacionales efectivos de reestructuración preventiva. De esta manera, la empresa tendrá la capacidad de continuar su actividad, y el tejido industrial podrá mantenerse. Esto nos ayuda a salvar la rueda económica territorial.
Para realizar dicha reestructuración es esencial elaborar informes sobre la viabilidad de las empresas, junto con su valor económico. Los acreedores deben estar informados sobre si el plan del deudor permite una obtención de flujos de caja suficientes para pagar la deuda total o un porcentaje mayor que el que se obtendría en un proceso de liquidación.
Auditor, reestructurador y los roles en la Reforma Concursal
El proyecto de Ley Concursal se ocupa de esa nueva figura, el experto en la reestructuración. Se dedica al estatuto, funciones, deberes y régimen de responsabilidad de las empresas. Además será un especializado en desarrollo e implantación de nuevos objetivos a fin de regularizar las dificultades de las empresas. Así mismo, tiene una figura de mediador que negocia entre las partes, con la finalidad de acompañar y racionalizar los recursos de la empresa para promover el sostenimiento de las empresas viables.
Sin confundir reestructurador con administrador concursal, el primero tendrá la responsabilidad de elaborar un informe donde se indique el valor del funcionamiento de la empresa. De esta manera se crea un vínculo en el proceso de reestructuración, sin intervención de poderes administrativos.
Los auditores de cuentas tienen un papel clave en este entorno. Nombrados como expertos profesionales independientes, sujetos a la ética y con formación, deben considerar e intervenir en los planes de reestructuración. Siendo muchas sus funciones, hay que considerar principalmente la razonabilidad de planes de viabilidad. Actuando con una visión pro del interés público, con confianza y transparencia en las relaciones mercantiles de empresa, el Proyecto de Reforma Concursal brinda una oportunidad magnífica de soporte y lucha delante las dificultades que pueden presentar las empresas.
En conclusión, el reestructurador es un rol clave para ayudar en esta situación y dar una nueva visión al tejido empresarial.
Artículo de interés: Auditar cuentas